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Agricultores: Carla Rossato, José Rossato y Fábio Roberto
Sobre Carla Sanches Rossato, José Roberto Rossato y Fábio Roberto
Campo familiar en el que trabajan juntas tres generaciones.
La empresa familiar "Rossato & Filhas" abarca cinco parcelas de tierra, la primera de las cuales fue comprada por el fundador de la empresa, José, en 1977. Desde entonces, la familia se ha centrado en el cultivo de soja en verano, maíz en invierno y la cría de ganado. Bajo la dirección de Carla, la hija de José, la superficie total de la explotación ha crecido hasta superar las 1.200 hectáreas. Junto con su sobrino Fábio, Carla está adaptando el negocio, utilizando la agricultura de precisión y la tecnología moderna para hacer frente a los retos del futuro.
Datos agrícolas
Localización: Sertanópolis, Estado de Paraná, Brasil
Cultivos: soja, maíz
Características especiales: Carla Sanches Rossato es una voz influyente en la agricultura brasileña. En 2019 ganó el Premio Mujer Agro en la categoría de propiedad de tierras a gran escala, convirtiéndose en embajadora del mismo al año siguiente. En Instagram, esta veterinaria titulada tiene 15.000 seguidores.
Estoy muy orgullosa de que, con la agricultura, mi familia continúe algo que amo hasta el día de hoy.
Turno de preguntas
Carla y José, a menudo, cuando preguntamos a los agricultores por la pasión que sienten por su trabajo, nos dicen con convicción que nunca han tenido dudas desde niños de querer dedicarse a esta profesión. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Carla: Desde luego, la agricultura es mi vida. Nunca he tenido dudas. Veo que todo el mundo llega a etapas en su vida en las que tiene dudas, pero yo nunca me sentí así. Nunca quise ser otra cosa que agricultora".
José: Desde pequeño supe que un día sería agricultor. Desde el momento en que me dediqué a la agricultura, nunca pensé en hacer otra cosa. Gracias a Dios lo hice, y mi hija Carla gestiona casi el 100 % de la explotación familiar con nuestro apoyo.
¿Era un paso lógico para usted cuando mira hacia atrás en su carrera, Carla?
Carla: Sí, para mí fue natural tomar el relevo porque siempre apoyé a mis padres en sus negocios. Siempre digo que aprendí a andar agarrada al dobladillo de los pantalones de mi padre. Ahora dirijo la empresa familiar "Rossato & Filhas". Me licencié en 1999, y en 2000 empecé a trabajar en la granja a diario, con mi padre al mando durante otros cinco o seis años.
Luego, poco a poco, los papeles empezaron a invertirse automáticamente, y ahora son mis padres los que me apoyan en el trabajo.
¿Este relevo generacional se ha producido sin problemas para usted?
Carla: La mayor dificultad que tuve con el relevo generacional fue con mi padre, por los cambios que provocó. Aquí aprendí que nosotros, como generación más joven, no podemos llegar e imponer nuestras ideas. Como sucesores, llegamos y hablamos con los mayores. Tenemos que encontrar la manera de mostrarles nuestras visiones.
¿Y a qué retos se enfrentarán en el futuro?
Carla: Para nosotros, el reto en la agricultura es preparar y construir un proceso de sucesión. Gracias a Dios, hoy ya tengo a mi sobrino Fabio Roberto, que trabaja con pasión y ganas en el negocio familiar. Intento transmitirle los valores que me transmitieron mis padres en su día.
Fabio, la transformación de las explotaciones en empresas agrícolas modernas es un proceso continuo. ¿Cómo ve usted este cambio?
Fábio: Como mi trabajo aquí en la granja está muy relacionado con la tecnología, me doy cuenta de que la agricultura avanza cada día más rápido. No podemos permitirnos cometer un error y siempre tenemos que estar al día con la tecnología moderna.
Carla: Es muy importante que estemos realmente al día y que no nos acomodemos demasiado en nuestra posición actual. Porque en el futuro, la tarea de nuestra industria será producir cada vez más con menos y, por tanto, de la forma más sostenible posible.
Tres generaciones diferentes, tres perspectivas distintas de la agricultura. A pesar de ciertas dificultades y retos en su trabajo, ¿de qué se siente orgulloso?
Fábio: El punto de inflexión en mi vida fue cuando mi mujer y yo tuvimos nuestro primer hijo. De repente, empecé no sólo a actuar en el aquí y ahora, sino a hacer las cosas pensando en el futuro. Si existe la posibilidad de que mis hijos estén aquí mientras trabajo, planto y cosecho, los traigo conmigo.
De esta forma, pueden aprender a apreciar algo desde una edad temprana, como yo pude hacer con mi padre.
José: Estoy muy orgulloso de tener una familia como la mía, y de que con la agricultura continúen algo que me gusta hasta el día de hoy.
Carla: Estoy muy agradecida por el hecho de que el negocio me criara, me fortaleciera y me convirtiera en lo que soy hoy.
Allanando el camino. Para un mañana fructífero.
La vida en el campo suele caracterizarse por la cohesión familiar y las tradiciones que han ido creciendo a lo largo de décadas. En todo el mundo, muchas generaciones viven y trabajan en granjas bajo un mismo techo, y en algún momento se plantea la cuestión de la sucesión en la explotación. Nuestros nuevos Farmer Portraits se centran en este cambio generacional al que se enfrentan muchos agricultores. Jóvenes y mayores por igual: visitamos a agricultores en sus explotaciones para que nos contaran sus historias, sus retos y sus esperanzas.