Frente a la pared interior azul, el verde de las plantas destaca con especial claridad. Las cámaras de la PhenoFactory se activan automáticamente una vez que los robots han colocado las mesas de plantas en la posición correcta. Las fotografías permiten ver el contenido de agua de las plantas.
Las plantas se escanean desde todos los lados para obtener información desde varias perspectivas. Gruber afirma: "La tecnología nos permite recopilar datos 24 horas al día, 365 días al año. Esta alta frecuencia de pruebas es importante para lograr una buena validez y comparabilidad de los resultados."Esta comparabilidad ya se veía influida antes de comenzar la prueba, en el momento de sembrar las plantas. Por lo tanto, seleccionar los precultivos adecuados es importante para poder estudiar posteriormente rasgos como el tamaño observando plantas que tengan rasgos genéticamente idénticos lo más homogéneos posible.
Los robots llevan las tablas de plantas de la PhenoFactory de vuelta a sus lugares. Después regresan a su zona de partida, donde esperan su siguiente misión. "La tecnología nos ayuda en nuestra investigación, pero no puede sustituir a los conocimientos técnicos y la experiencia", afirma Gruber, quien añade que los conocimientos humanos seguirán siendo indispensables, sobre todo a la hora de analizar los datos recogidos.Traducción realizada con la versión gratuita del traductor