Planificación de ventas y crecimiento
La producción comienza con la planificación de las ventas y la propagación. Durante el proceso, se calcula el potencial de crecimiento de cada variedad en los mercados para determinar los requisitos de producción. La planificación empieza hasta tres años antes de que las semillas se vendan a los agricultores: las plantas necesitan tiempo para crecer.
Propagación y producción agrícola
Para garantizar una calidad excepcional de las semillas, es importante que cada cultivo cumpla unos requisitos estrictos y específicos. Entre ellos se incluyen, por ejemplo, los controles de separación entre zonas de propagación de distintas variedades de un cultivo. Estas distancias mínimas tienen el objetivo de evitar la entrada de propiedades varietales no deseadas a través del polen de otras poblaciones. Durante el tiempo que pasan en el campo, los especialistas supervisan las poblaciones. La propagación se completa con la cosecha.
Maduración y fertilización
La floración es el núcleo del mejoramiento vegetal. Es aquí donde comienza el proceso de cruzamiento. Las flores deben polinizarse para producir semillas o frutos. Sin polinización, no puede haber fertilización ni tampoco semillas. La polinización es esencial para la producción de semillas.
Preparación
La materia prima se procesa después de la cosecha. Se limpia, se seca con cautela y se clasifica por tamaño (calibrado). Todos los procesos están diseñados para que las semillas sean tratadas con cuidado, de modo que la plántula permanezca protegida y se garantice una germinación óptima.
Los procesos técnicos se basan en la naturaleza y el tamaño de las semillas de los diferentes cultivos. El maíz se cosecha en forma de mazorcas y solo se extrae de la mazorca después del secado. Por otro lado, la semilla de la remolacha azucarera, con bordes afilados por naturaleza, aún tiene que pulirse y pildorarse antes de obtener la "píldora" redonda, lo que permite la siembra de semillas únicas.
Inspección de calidad
A lo largo del proceso de propagación, cada lote se examina una y otra vez. Se llevan a cabo controles para verificar si las semillas presentan todas las características y propiedades de calidad, como la resistencia a enfermedades o los componentes que determinan la calidad. También se determinan la germinación y la fuerza de brote de las semillas. Solo cuando la semilla se ha "puesto a prueba" y ha pasado todos los controles, se libera para la venta, se empaqueta y se envía. De esta manera, se garantizan a los agricultores unas semillas de la más alta calidad.
Embalaje y certificación
Los propios mejoradores son los que, principalmente, organizan la producción de las semillas. Sin embargo, en función del tipo de cultivo, esto puede hacerse en colaboración con varios socios agrícolas y plantas de procesamiento. Después de una serie de controles oficiales y de calidad, las semillas están listas para la venta. El embalaje y la certificación en Alemania, por ejemplo, están controlados a nivel normativo. Esto garantiza que solo las semillas certificadas con unos grados de germinación y pureza varietal elevados lleguen al mercado.