Preservar la sustentabilidad de la tecnología de los híbridos de “maíz Bt” y asegurar su potencial de rendimiento implica la práctica responsable de sembrar el refugio.
La zona de refugio consiste en sembrar un híbrido de maíz sin el gen Bt en un 10% de la superficie del total del lote, ya sea sembrado con híbridos graníferos y sileros KWS que porten las tecnologías Agrisure Viptera, VT Triple PRO o TD Max.
El área de refugio debe manejarse agronómicamente como cualquier lote de maíz “no Bt”, aplicando insecticida o adoptando un método de control químico cuando la población de la plaga alcance el umbral de acción.
La siembra del refugio debe ser estratégicamente planificada para que no haya que no haya más de 1.500 metros de distancia entre zonas del lote Bt y “no Bt”.
La importancia del refugio
Los riesgos de no sembrar el refugio
El objetivo de sembrar el refugio es mantener una población de insectos susceptible a los genes Bt. De esta forma, los cruzamientos entre susceptibles y potenciales insectos resistentes a los genes Bt, produce una descendencia susceptible.
Por tanto, de no practicar la siembra del refugio, se genera una constante selección de individuos resistentes, pérdida de eficiencia biotecnológica de los híbridos KWS, aumento de los costos de producción y reducción de la productividad.
Sembrar el refugio es una decisión clave del “Manejo Integrado de Plagas”, el cual debe complementarse con otras prácticas sustentables para maximizar productividad.