El patógeno responsable de la enfermedad se conoce científicamente como Sporisorium reilianum f.sp. zeae perteneciente al orden Ustilaginales y a la familia Ustilaginaceae.
Es considerado un hongo de suelo porque las teliosporas, principal fuente de inóculo, sobreviven hasta cinco años en él. El ciclo de la enfermedad inicia cuando las teliosporas presentes en espigas y panojas son diseminadas por el viento y/o la lluvia, para finalmente depositarse en el suelo. Luego, estas infectan sistémicamente al cultivo de maíz en la campaña siguiente y durante la emergencia.
El micelio infectivo penetra las raíces y crece con el meristema, terminando por invadir los tejidos florales cuando todavía no se han diferenciado.
El patógeno puede dispersarse principalmente a través de las esporas liberadas por los soros en la panoja infectada. Estas esporas pueden ser transportadas por el viento, la lluvia, los insectos u otros agentes. Además, las esporas pueden sobrevivir en rastrojos, residuos de cultivos y semillas infectadas, lo que permite la propagación del hongo de una temporada de cultivo a otra. El movimiento de semillas contaminadas y la dispersión de residuos de cultivos también pueden contribuir a la propagación de la enfermedad entre diferentes regiones geográficas.
La comprensión de la biología y el ciclo de vida del patógeno es crucial para desarrollar estrategias de manejo, principalmente medidas preventivas y decisiones criteriosas.