El objetivo de nuestro trabajo de mejoramiento es proporcionar a los agricultores las variedades que cumplan exactamente con sus requisitos. No importa si se trata de agricultura convencional o ecológica. Ofrecemos semillas que se adaptan al clima y a las condiciones del suelo de las diferentes regiones, hacen aumentar el rendimiento y ayudan a reducir el uso de plaguicidas.
Para lograrlo, es necesario llevar a cabo actividades de investigación continuas y exhaustivas. Se requieren hasta diez años para que una nueva variedad esté autorizada y pueda comercializarse. Cada año invertimos alrededor del 17 por ciento de nuestra facturación en proyectos de investigación y desarrollo, lo que facilita mejorar el rendimiento en hasta el dos por ciento por año.